La esencia del diálogo: escucha, palabra y silencios

El milagro del diálogo lo produce la acertada combinación de estos tres elementos: escucha atenta, habla adecuada, oportunos silencios. 
En un diálogo equilibrado y maduro, ninguno de estos tres elementos es más importante que el otro y los tres son igualmente necesarios. Saber hablar es un arte que implica, a su vez, saber escuchar. 

Saber articular adecuadamente la palabra y estar atento a la que el interlocutor pronuncia, es un ejercicio que exige esfuerzo, sensibilidad y sabiduría del corazón.

Si observamos mas a fondo podemos deducir que es una forma de comunicación que las personas utilizan y por el cual podremos aprender y conocer mediante el dialogo; aquí un vídeo acerca de la historia de la comunicación

• Escuchar es una habilidad que permite comprender el mensaje de nuestro interlocutor, es fundamental en el campo educativo para captar las informaciones. Y comprender lo que nos dicen los demás. • Hablar y la construcción de una voz para la participación en la vida social es el lugar en el que el niño se reconoce a sí mismo como sujeto y como parte de un colectivo y, en esa medida, reconoce al otro. Construye su identidad reconociéndose a sí mismo y descubre su pertenencia a un grupo cuando comprende que su voz tiene un lugar en él, es escuchada, valorada y tenida en cuenta. • Confianza y seguridad en los estudiantes para expresarse frente a un grupo; con seguridad, de manera pertinente, en respuesta a la situación de enunciación, de acuerdo con los interlocutores y con el propósito comunicativo.

EL QUE HABLA APRENDE Y EL QUE ESCUCHA CONOCE